"Déjame vivir este sueño, el mejor que he tenido... quién sabrá el valor de tus deseos, quién sabrá?" Es una de las canciones de Soda Stereo que coreé junto a uno de mis mejores amigos, esos que conoces sin saber, Gabo. Si no me equivoco fue un 9 de diciembre de 2007 en el Estadio Nacional de Lima. Vinieron muchos temas. Agitados, saltando y cantando junto a miles de fans que formaban una única masa humana. Yo lloré sin vergüenza, sin temor a ser visto por nadie; es que cuando hay una multitud a tu alredor, ninguno sabe que existes.
Pero me perdí muchas tocadas. El tiempo, el trabajo, el dinero, entre otras cosas, impiden acercarse a los ídolos que construiste en algún momento de tu vida. Aquellos que dicen lo que tú no puedes; que cantan lo que tú un día quisiste cantar. Aquellos a los que nadie juzga de locos por revelar lo que tienen en sus huesos. Entre ellos, Paez y Calamaro. No pude cantar junto al primero, "... si alguna vez me cruzas por la calle, regálame tu beso y no te aflijas; si ves que estoy pensando en otra cosa, no es nada malo, es que pasó una brisa; la brisa de la muerte enamorada, que ronda como un ángel asesino; mas no te asustes, siempre se me pasa; es solo la intuición de mi destino". O reflejarne en cadáver exqusito, "... mi vida gira en contradicción, jamás conquisté mi corazón; mas dónde estaba cuando pasó lo que pasó, hablándome al espejo, solo". Y de Calamaro cantar, "Ella dijo ´que te vaya bien´, y le dije ´buena suerte y hasta luego´; y nunca más la volveré a ver, o tal vez sea en algún tiempo". O quizás, "... te quiero, te llevaste la cabeza y me dejaste el sombrero; te quiero, pero te olvidaste abril en el ropero, pero igual te quiero; no me gusta esperar, pero igual te espero; primero, te quiero, igual...". No, no pude cantar; ni con Fito, ni con Andrés. Ni siquiera sé si estuvieron incluidas en su repertorio. Y hace tan solo unos días, el 14 de noviembre, la banda escocesa Travis llegó a Lima junto a REM. Hubiese querido evocar, "Everyday in everyway I´m falling...".
Ahora, quisiera que nadie me juegue una broma de mal gusto. Que nadie me diga que no hay pase en la carretera por la poca materia gris que tienen nuestras autoridades... Nunca pude encontrarme con ellos en Lima. Las pocas veces que llegaron siempre estuve en un tiempo y en un lugar inadecuado. Lucybell. Sí, Lucybell llega a Trujillo. Esta banda chilena opaca el pensamiento antagónico que existe entre ambos países. Y es que en la música, para mí, no existe. La música es universal. Combinación de Lucy y belle. Lucy belle, nombre de la hija de Robin Guthrie y Liz Fraser; guitarrista y cantante, respectivamente, del grupo Cocteau Twins. Los chilenos, admiradores de esta banda escocesa, adoptaron este nombre. Este 13 de diciembre, quiero soñar que podré rasgar mi garganta e inflar mis pulmones para decir, "Sería tan fácil siendo lluvia, solo un roce y tendría que caer... siempre he estado vivo, al menos cuando he logrado llegar, a ver el sabor que dejó el temor de tener que olvidar". O aceptar de una vez por todas, "... quién puede ser la víctima sin ser victimario, secreto calvario... ". Y así, "... mi corazón sin odio y late, mi corazón filtra sangre, mi corazón bombea al viento, todo en calma". Y es probable que mis ojos se escurran cuando suene aquella canción que te dediqué alguna vez, "... al fin creeré que puedes controlar tu paz, seguro que al fin creeré, creeré que puedes salvarme; sonrié, puedes ser mi alma, sonríeme... seguro que tú puedes ser mi alma, calma... al final de mil caminos siempre habrá desvíos; al final de mil caminos, decido, te sigo...". Al final, al final de nuestros caminos, desearía que no hayan más desvíos, "ojos del silencio".
(al final - Homicida del silencio / 18 de nov.)
Es 10 de diciembre y me entero de la postergación del Primer Festival Indie Rock 2008 en Trujillo. No veré a Lucybell. Ya tengo mi entrada en la zona "Mil Caminos"; y además ya he escuchado mil veces sus últimos discos: "Lúmina" y "Comiendo fuego". Siento que es como una señal de mis eternas postergaciones. De mis ansias insatisfechas. Del fuego que se extingue. De las manos que me sueltan. De tu boca que se cierra. Del final del camino...
Pero me perdí muchas tocadas. El tiempo, el trabajo, el dinero, entre otras cosas, impiden acercarse a los ídolos que construiste en algún momento de tu vida. Aquellos que dicen lo que tú no puedes; que cantan lo que tú un día quisiste cantar. Aquellos a los que nadie juzga de locos por revelar lo que tienen en sus huesos. Entre ellos, Paez y Calamaro. No pude cantar junto al primero, "... si alguna vez me cruzas por la calle, regálame tu beso y no te aflijas; si ves que estoy pensando en otra cosa, no es nada malo, es que pasó una brisa; la brisa de la muerte enamorada, que ronda como un ángel asesino; mas no te asustes, siempre se me pasa; es solo la intuición de mi destino". O reflejarne en cadáver exqusito, "... mi vida gira en contradicción, jamás conquisté mi corazón; mas dónde estaba cuando pasó lo que pasó, hablándome al espejo, solo". Y de Calamaro cantar, "Ella dijo ´que te vaya bien´, y le dije ´buena suerte y hasta luego´; y nunca más la volveré a ver, o tal vez sea en algún tiempo". O quizás, "... te quiero, te llevaste la cabeza y me dejaste el sombrero; te quiero, pero te olvidaste abril en el ropero, pero igual te quiero; no me gusta esperar, pero igual te espero; primero, te quiero, igual...". No, no pude cantar; ni con Fito, ni con Andrés. Ni siquiera sé si estuvieron incluidas en su repertorio. Y hace tan solo unos días, el 14 de noviembre, la banda escocesa Travis llegó a Lima junto a REM. Hubiese querido evocar, "Everyday in everyway I´m falling...".
Ahora, quisiera que nadie me juegue una broma de mal gusto. Que nadie me diga que no hay pase en la carretera por la poca materia gris que tienen nuestras autoridades... Nunca pude encontrarme con ellos en Lima. Las pocas veces que llegaron siempre estuve en un tiempo y en un lugar inadecuado. Lucybell. Sí, Lucybell llega a Trujillo. Esta banda chilena opaca el pensamiento antagónico que existe entre ambos países. Y es que en la música, para mí, no existe. La música es universal. Combinación de Lucy y belle. Lucy belle, nombre de la hija de Robin Guthrie y Liz Fraser; guitarrista y cantante, respectivamente, del grupo Cocteau Twins. Los chilenos, admiradores de esta banda escocesa, adoptaron este nombre. Este 13 de diciembre, quiero soñar que podré rasgar mi garganta e inflar mis pulmones para decir, "Sería tan fácil siendo lluvia, solo un roce y tendría que caer... siempre he estado vivo, al menos cuando he logrado llegar, a ver el sabor que dejó el temor de tener que olvidar". O aceptar de una vez por todas, "... quién puede ser la víctima sin ser victimario, secreto calvario... ". Y así, "... mi corazón sin odio y late, mi corazón filtra sangre, mi corazón bombea al viento, todo en calma". Y es probable que mis ojos se escurran cuando suene aquella canción que te dediqué alguna vez, "... al fin creeré que puedes controlar tu paz, seguro que al fin creeré, creeré que puedes salvarme; sonrié, puedes ser mi alma, sonríeme... seguro que tú puedes ser mi alma, calma... al final de mil caminos siempre habrá desvíos; al final de mil caminos, decido, te sigo...". Al final, al final de nuestros caminos, desearía que no hayan más desvíos, "ojos del silencio".
(al final - Homicida del silencio / 18 de nov.)
Es 10 de diciembre y me entero de la postergación del Primer Festival Indie Rock 2008 en Trujillo. No veré a Lucybell. Ya tengo mi entrada en la zona "Mil Caminos"; y además ya he escuchado mil veces sus últimos discos: "Lúmina" y "Comiendo fuego". Siento que es como una señal de mis eternas postergaciones. De mis ansias insatisfechas. Del fuego que se extingue. De las manos que me sueltan. De tu boca que se cierra. Del final del camino...
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